Los "inquiokupas" representan una variante más reciente y sofisticada de la problemática de ocupación en España, combinando características de inquilinos legítimos y ocupas. A diferencia de los ocupas tradicionales, que ocupan ilegalmente propiedades vacías sin consentimiento del propietario, los inquiokupas entran en las viviendas de forma aparentemente legal antes de convertirse en ocupantes no deseados. A continuación, se detallan las diferencias clave entre ambos tipos de ocupación:
Este fenómeno complica la situación para los propietarios en España, ya que dificulta distinguir entre inquilinos con problemas económicos genuinos e inquiocupas que buscan aprovecharse de los vacíos legales y protecciones a inquilinos.
En 2023, se registraron 15,289 denuncias por ocupación ilegal de viviendas en España, reflejando una tendencia a la baja observada desde 2020. Sin embargo, esta cifra sigue siendo considerable. A continuación, se presenta la distribución de casos por comunidades autónomas:
Las comunidades con menor incidencia son:
Es importante destacar que estos datos no discriminan entre allanamiento de morada y usurpación. Según la Fiscalía General del Estado, solo el 0.16% de los casos corresponden a allanamiento de morada.
Protegerse contra los inquiokupas requiere una serie de medidas preventivas y una evaluación rigurosa de los posibles inquilinos. A continuación, se detallan algunos pasos fundamentales:
El experto Gartxot, gestor de alquileres vacacionales con más de 17 años de experiencia, recomienda estar siempre atento a las señales de alerta y no dudar en pedir toda la documentación necesaria. Además, sugiere que obligar al inquilino a contratar un seguro de impago puede ayudar a detectar posibles fraudes documentales.
Verificar si el candidato a inquilino figura en la BDMI es un primer paso crucial. Esta base de datos contiene información sobre inquilinos con historial de impagos, lo que puede ayudar a evitar inquiokupas potenciales.
Si el candidato no tiene referencias de alquiler anteriores, esto puede ser una señal de alerta. Es esencial pedir referencias de anteriores caseros para comprobar que el inquilino ha sido responsable en sus alquileres previos.
Este documento proporciona información sobre el historial laboral del inquilino, ayudando a verificar la estabilidad de sus ingresos. Los cambios frecuentes de trabajo pueden indicar una falta de estabilidad financiera.
Solicitar la última declaración de impuestos es una prueba adicional para verificar los ingresos del inquilino y asegurarse de su capacidad para pagar el alquiler.
Si el inquilino no puede demostrar ingresos estables, es recomendable pedir un aval bancario. Este documento garantiza que el banco cubrirá el coste del alquiler si el inquilino no puede pagar.
Contratar un seguro de impago es una herramienta eficaz para protegerse contra la falta de pago por parte del inquilino. Este seguro cubre el alquiler mensual en caso de impago y puede detectar documentación fraudulenta.
Solicitar un depósito de garantía que incluya un mes de fianza, el mes en curso y dos meses adicionales de garantía puede disuadir a los inquiokupas.
Pedir una documentación completa y verificar su autenticidad es fundamental. Si el candidato pone trabas para proporcionar la documentación solicitada, puede ser una señal de alerta. Si se detecta documentación falsa, es importante denunciarlo a la policía, ya que es un delito.
Es crucial tener paciencia y descartar candidatos hasta encontrar al inquilino ideal. La prisa puede llevar a tomar decisiones equivocadas.
La prevención de okupas requiere una combinación de diligencia, precaución y el uso de herramientas legales y financieras adecuadas. Verificar antecedentes, solicitar documentos clave y asegurar garantías financieras son pasos esenciales para proteger tu propiedad. Si bien los inquiokupas representan un desafío creciente, con las medidas adecuadas, es posible reducir significativamente el riesgo de convertirte en víctima de este fenómeno.